3.9.09

Es México el país de la OCDE que más gasta en cuestiones administrativas en su presupuesto de salud



Reforma
Margarita Vega

Cd. de México (3 septiembre 2009).- El sistema de salud pública del País está en cuidados intensivos con dos síntomas que lo desangran: la duplicidad y la ineficiencia.

De acuerdo al IMSS y a la Secretaría de Salud, la duplicidad del gasto en el sector es uno de los retos más grandes a vencer en los siguientes años.

En el País existen seis instituciones públicas que brindan servicios de salud a diferentes grupos de la sociedad, lo que provoca una dispersión de recursos y subutilización de la infraestructura médica.

Por ello, México es el peor país de la OCDE en la eficiencia administrativa del gasto en salud, siendo la nación que más gasta en este rubro: un 10.8 por ciento del presupuesto total, de acuerdo al último reporte del IMSS al Ejecutivo.

"Lo anterior resulta, en algunas ocasiones, en redundancia de servicios e intersección en los universos de cobertura, lo cual genera ineficiencia y altos costos administrativos", indica el estudio.

Estimaciones de Salud indican que al menos un 7 por ciento de los beneficiarios de las diferentes instituciones –Salud, IMSS, ISSSTE, Pemex y los servicios de las secretarías de Marina y Defensa– tiene una doble o triple cobertura.

La existencia de tantas instituciones sanitarias causa que éstas compitan por los mismos usuarios.

Según datos de la ENOE (Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo), 1 millón 518 mil 741 trabajadores que deberían estar afiliados al IMSS declararon no estarlo y sí contar con Seguro Popular.

Las bajas cuotas del Seguro Popular representan una motivación para afiliarse a este programa, impactando a las deprimidas finanzas del IMSS, que pierde contribuyentes, de acuerdo a este documento.

Mientras que en promedio las aportaciones anuales del IMSS son de 15 mil 735 pesos –incluyendo el pago del trabajador y del patrón–, en el Seguro Popular es de 2 mil 834 pesos, menos de la quinta parte.

Cuestión de ineficiencias
Además de las duplicidades, el sistema de salud sufre de una profunda ineficiencia en el manejo del gasto.

Muestra de ello es que los recursos de salud siguen más orientados a atender enfermedades que a su prevención: El sector destinará apenas el 13 por ciento de su presupuesto a tareas de prevención en el 2009, según datos oficiales.

Dos ejemplos de ello son la obesidad y el tabaquismo, enfermedades prevenibles, que provocan anualmente gastos cercanos a los 100 mil millones de pesos.

Para Mariana Pérez, investigadora del centro de análisis Fundar, la principal prioridad para la nueva Legislatura debe ser supervisar la eficiencia del gasto, pues afirma que a pesar de las carencias económicas, prevalece al interior de la Secretaría de Salud un importante subejercicio

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